miércoles, 30 de enero de 2008

La sonda espacial MESSENGER, de la NASA, sobrevoló con éxito el planeta Mercurio, revelando vistas fantásticas e inéditas de su superficie.


El área cubierta de cráteres que se muestra arriba se encontraba a oscuras casi en su totalidad hace 30 años cuando la sonda espacial Mariner 10, de la NASA, realizó los primeros (y hasta ahora los únicos) sobrevuelos de Mercurio. La semana pasada, la sonda MESSENGER captó finalmente el terreno iluminado por la luz solar, por primera vez en la historia.

A primera vista, la fotografía parece mostrar poco más que un desolado terreno cubierto de cráteres, pero los investigadores están emocionados.

"Estas imágenes son fantásticas", dice Murchie. Para empezar, "hemos obtenido nuestra primera observación detallada de la Cuenca Caloris", que es el cráter de impacto más grande que se conoce sobre Mercurio, y uno de los más grandes de todo el sistema solar.

A mediados de la década de 1970, la sonda Mariner 10 captó apenas un tentador detalle de la orilla de la cuenca: un anillo de montañas ensombrecidas creadas hace mucho tiempo por algún impacto catastrófico. Un cometa o asteroide se estrelló con gran violencia contra Mercurio y excavó un cráter más grande que el estado de Texas. ¿Qué había dentro del cráter? Hasta ahora nadie lo sabía.

"Los impactos de gran tamaño son muy reveladores", dice Murchie. "Son agujeros naturales que exponen el interior del planeta y que, por supuesto, morimos por conocer".

La nave MESSENGER tomó entonces la fotografía que los geólogos habían esperado durante tanto tiempo para ver: Caloris en su totalidad, una vista vertical a plena luz del día; y los resultados fueron sorprendentes. Muchos expertos esperaban que el interior de la cuenca fuera oscuro, como los oscuros "mares" de lava endurecida que llenan la mayoría de las cuencas de impacto en la Luna y que dan forma antropomorfa al famoso "Hombre de la Luna". En cambio, Caloris es brillante por dentro y está salpicado con regiones de interesante color.

Y el color es algo en lo que la sonda MESSENGER es experta. "El color revela mineralogía", dice Murchie. "Dos de los instrumentos instalados a bordo de la nave MESSENGER pueden trazar mapas de la superficie de Mercurio en longitudes de onda que van desde el ultravioleta, a través del espectro visible, hasta el cercano infrarrojo. Estamos ahora calibrando los datos y planeamos publicar algunas imágenes a todo color muy pronto".

Otro aspecto relevante del sobrevuelo son las cadenas montañosas que los geólogos llaman escarpas lobuladas: Son fracturas en la corteza de Mercurio formadas, tal vez, como resultado del encogimiento del planeta. (Piense en las arrugas de una pasa de uva). ¿Qué puede causar que un planeta rígido y rocoso se encoja? Hace miles de millones de años, "Mercurio pudo haber pasado por un período de contracción cuando su núcleo de metal fundido se enfrió", sugiere Murchie. Las imágenes en alta resolución de las escarpas de Mercurio tomadas por la sonda MESSENGER permitirán a los geólogos probar esta y otras hipótesis.

"No dejaremos piedra sin levantar", dice Murchie. En total, hay más de 110 científicos, estudiantes e ingenieros escarbando en la cosecha de fotografías, espectroscopías, ecos de radar láser y mediciones de campos magnéticos obtenidos durante el sobrevuelo del 14 de enero. Seguramente continuarán los descubrimientos asombrosos.

Y recuerde, dice, "este es sólo el primero de tres sobrevuelos" que estamos preparando para lograr la inserción en órbita de la sonda en el año 2011. Los próximos están programados para octubre de 2008 y septiembre de 2009. Todavía debemos fotografiar más de un tercio de la superficie de Mercurio y los próximos sobrevuelos cubrirán muchas de las áreas que aún no se han completado. Mientras tanto, los investigadores están verdaderamente ocupados

Fuente : Nasa

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