martes, 9 de julio de 2013
Voyager 1 se acerca al espacio interestelar
El hielo seco hace snowboard en Marte
viernes, 14 de octubre de 2011
La extraña atracción del cráter Gale
Septiembre 29, 2011: Curiosity ("Curiosidad", en idioma español) está por llegar a Marte. El lanzamiento del vehículo explorador, que tiene el tamaño de un autómovil, también conocido como el Laboratorio Científico de Marte (Mars Science Lab o MSL, por su sigla en idioma inglés), está programado para finales de noviembre o principios de diciembre de 2011, desde el Centro Espacial Kennedy. Después de un viaje de ocho meses hacia Marte, Curiosity se posará a los pies de una montaña de 4,8 kilómetros (3 millas) de altura, en un cráter llamado "Gale".
Suena un poco raro, una montaña en medio de un cráter de impacto. ¿El impacto no debería de haberlo aplastado y dejado plano? Algunos científicos piensan que el cráter de 155 kilómetros (96 millas) de ancho se llenó con sedimentos a lo largo del tiempo y los vientos implacables de Marte tallaron una montaña en el centro, donde ahora se erige casi tres veces más alta que la profundidad del Gran Cañon.
Debido a su historia, esta montaña extrañamente esculpida es el lugar ideal para que Curiosity lleve a cabo su misión de exploración hacia el pasado del Planeta Rojo. Joy Crisp, quien es científico adjunto del proyecto MSL del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, explica:
"Ésta podría ser una de las secciones de rocas sedimentarias expuestas en capas más gruesas en el sistema solar. El registro de roca preservado en estas capas contiene historias que datan de miles de millones de años; historias acerca de si Marte podría haber sido habitable, cuándo y por cuánto tiempo".
Hoy, el Planeta Rojo es un mundo empapado de radiación, amargamente frío e inhóspito. Enormes tormentas de polvo explotan a lo largo del estéril paisaje y oscurecen el cielo marciano durante meses enteros. Pero los datos obtenidos con el Orbitador de Reconocimiento Marciano sugieren que Marte alguna vez albergó grandes lagos y ríos caudalosos.
"El cráter Gale y su montaña contarán esta intrigante historia", dice Matthew Golombek, científico del Sitio de Aterrizaje del Programa de Exploración de Marte, del JPL (abreviatura en idioma inglés de Jet Propulsion Laboratory o Laboratorio de Propulsión a Chorro, en idioma español). "Las capas allí cuentan la historia del ambiente de Marte".
FUENTE : NASA
miércoles, 12 de octubre de 2011
ALMA abre los ojos
El observatorio astronómico terrestre más complejo del mundo, el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), abrió oficialmente sus puertas a los astrónomos. La primera imagen revelada por este telescopio que aún se encuentra en construcción, ofrece una vista del Universo imposible de obtener con los telescopios que observan luz visible e infrarroja. Miles de científicos de todo el mundo han competido para estar entre los primeros investigadores que podrán explorar algunos de los más oscuros, fríos y ocultos secretos del cosmos con esta nueva herramienta astronómica.
Alrededor de un tercio de las 66 antenas de radio previstas de ALMA –por ahora ubicadas a solo 125 metros de distancia entre sí, aunque su separación máxima puede alcanzar los 16 kilómetros– conforman el creciente conjunto instalado actualmente a 5000 metros de altura en el llano de Chajnantor, en el norte de Chile. Pese a estar aún en construcción, ALMA ya es el mejor telescopio de su clase, como lo demuestra la extraordinaria cantidad de astrónomos que solicitó tiempo de observación con ALMA.
"Incluso en esta fase tan temprana, ALMA ya supera a todos los conjuntos submilimétricos que existen. Alcanzar este hito es un homenaje al notable esfuerzo de muchos científicos e ingenieros de regiones de todo el mundo asociadas con ALMA, quienes hicieron esto posible", dijo Tim de Zeeuw, Director General de ESO, el socio europeo en ALMA.
ALMA observa la luz del Universo en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas, aproximadamente mil veces más largas que las longitudes de onda de luz visible. La observación de estas longitudes de onda largas permite a los astrónomos estudiar objetos muy fríos en el espacio, como las densas nubes de polvo cósmico y gas donde se forman estrellas y planetas, así como objetos muy distantes en el Universo primitivo.
ALMA es completamente diferente de los telescopios ópticos e infrarrojos. Es un conjunto de antenas interconectadas que funcionan como un solo telescopio gigante, capaz de detectar longitudes de onda mucho más largas que la luz visible. Por lo tanto, las imágenes que capta son bastante distintas a las que conocemos del cosmos.
El equipo de ALMA ha trabajado intensamente en los últimos meses probando los sistemas del observatorio, preparándose para la primera ronda de observaciones científicas conocida como Ciencia Inicial. Uno de los resultados de estas pruebas es la primera imagen publicada por ALMA, si bien falta mucho para que el telescopio alcance todo su potencial. La mayoría de las observaciones utilizadas para crear esta imagen de las galaxias de las Antenas se obtuvo usando solo 12 antenas interconectadas —muchas menos de las que se usarán para las primeras observaciones científicas— y con separaciones mucho menores entre ellas, por lo cual no es más que un atisbo de lo que está por venir. A medida que el observatorio crezca y se vayan incorporando nuevas antenas, aumentará exponencialmente la precisión, eficiencia y calidad de sus observaciones [1].
Las galaxias de las Antenas son un dúo de galaxias en colisión con formas extraordinariamente distorsionadas. Mientras la observación en luz visible permite ver las estrellas de las galaxias, ALMA revela objetos invisibles en esa longitud de onda, como las densas nubes de gas frío donde se forman las estrellas [2]. Esta es la mejor imagen que se haya obtenido de las galaxias de las Antenas en ondas milimétricas y submilimétricas.
Se descubrieron concentraciones masivas de gas no solo en el corazón de ambas galaxias, sino también en la caótica zona donde entran en colisión. Allí, la cantidad de gas supera en miles de millones de veces la masa de nuestro Sol, lo que constituye una rica reserva de material para las futuras generaciones de estrellas. Este tipo de observaciones abren una nueva ventana en el Universo submilimétrico, y serán vitales para ayudarnos a comprender cómo las colisiones de galaxias pueden provocar el nacimiento de estrellas. Este es sólo un ejemplo de cómo ALMA revela partes del Universo que no pueden ser observadas por los telescopios ópticos e infrarrojos.
ALMA pudo aceptar solo un centenar de proyectos para los primeros nueve meses de Ciencia Inicial. Sin embargo, más de 900 propuestas fueron presentadas por astrónomos de todo el mundo en los últimos meses. Tener nueve veces más propuestas de las que se otorgan es un récord para un telescopio. Los proyectos ganadores fueron seleccionados en base al mérito científico, la diversidad regional, y su relevancia para el logro de las grandes metas científicas de ALMA.
"Estamos viviendo un momento histórico para la ciencia, en especial para la astronomía, y tal vez también para la humanidad ya que comenzamos a usar el mayor observatorio en construcción hasta la fecha”, dijo Thijs de Graauw, Director de ALMA.
Uno de los proyectos elegidos para la Ciencia Inicial es el de David Wilner del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics de Cambridge (Massachusetts). Wilner explica: “Mi equipo busca los componentes básicos de los sistemas solares, y ALMA es la mejor herramienta que existe para detectarlos”.
El objetivo elegido por el equipo es AU Microscopii, una estrella que se encuentra a 33 años-luz de distancia y tiene apenas un 1% de la edad de nuestro Sol. “Usaremos ALMA para captar imágenes del anillo donde nacen los planetesimales, el que, según creemos, orbita alrededor de esta joven estrella. Sólo con ALMA, sin embargo, podemos tener la esperanza de descubrir agrupaciones en estos cinturones de polvo y asteroides, que podrían constituir la materia prima de planetas aún no descubiertos”, agrega. Wilner y su equipo compartirán los datos obtenidos con un equipo europeo que también solicitó a ALMA realizar observaciones de esta estrella con anillo de polvo.
Cualquier búsqueda de planetas habitables alrededor de otras estrellas normalmente comienza con la búsqueda de agua en esos distantes sistemas solares. También se cree que los discos de residuos, esas aglomeraciones de polvo, gas y roca que gravitan alrededor de las estrellas, contienen intrincados trozos de hielo con agua congelada en su interior, gas y quizá incluso moléculas orgánicas, todos elementos de la astroquímica de la vida.
Simón Casassus, de la Universidad de Chile, y su equipo usarán ALMA para observar el disco de gas y polvo que rodea HD142527, una joven estrella que se encuentra a 400 años-luz de distancia. “El disco de polvo alrededor de esta estrella tiene un espacio vacío muy grande, que podría haber sido causado por la formación de planetas gigantes”, explica Casassus. “Fuera del espacio vacío, el disco contiene gas suficiente para producir una docena de planetas del tamaño de Júpiter. Si existe material gaseoso disponible, dentro de dicho espacio podría estar formándose un joven planeta gigante gaseoso”. Sus observaciones con ALMA permitirán medir la masa y las características físicas del gas presente dentro del espacio vacío. “Así, ALMA nos da la oportunidad de observar la formación de un planeta, o sus rastros más recientes”, indica Casassus.
Aún más lejos, a 26.000 años-luz de nosotros, en el centro de nuestra galaxia, se encuentra Sagittarius A*, un agujero negro supermasivo que tiene cuatro millones de veces la masa de nuestro Sol. El gas y el polvo presentes entre nosotros y el agujero negro impiden observarlo con telescopios ópticos. ALMA, en cambio, es capaz de penetrar la oscuridad galáctica y proporcionarnos una impresionante vista de Sgr A*.
Heino Falcke, astrónomo de la Radboud University Nijmegen de Holanda, afirma: “ALMA nos permitirá observar las llamaradas de luz alrededor de este agujero negro supermasivo y tener imágenes de las nubes de gas atrapadas por su inmensa fuerza. Así podremos estudiar los desordenados hábitos alimentarios de ese monstruo. Creemos que parte del gas puede estar escapando de sus garras, a una velocidad cercana a la de la luz”.
Como las líneas negras de los cuadernos de los niños, el polvo cósmico y el gas frío definen las estructuras internas de las galaxias, aunque no podamos verlas claramente. En los límites de nuestro Universo visible se encuentran las misteriosas galaxias de formación estelar, verdaderas islas brillantes en un cosmos que de otra manera estaría sumido en la calma y la oscuridad. Aquí ALMA buscará rastros de gas frío, a distancias tan lejanas que se remontan a unos pocos millones de años después del Big Bang, durante la era que los astrónomos llaman “amanecer cósmico”.
Masami Ouchi, de la Universidad de Tokio (Japón), usará ALMA para observar Himiko, una galaxia muy distante que cada año genera estrellas equivalentes unos 100 Soles y que está rodeada por una nebulosa gigante y brillante. “Los demás telescopios no nos muestran por qué Himiko es tan brillante y cómo se ha desarrollado para convertirse en una enorme nebulosa caliente, cuando todo lo que la rodea está tranquilo y oscuro”, comenta Ouchi. “ALMA puede mostrarnos el gas frío presente en las profundidades de la nebulosa con formación estelar Himiko, monitoreando los movimientos y la actividad en su interior, los que finalmente nos permitirá ver cómo se formaron las galaxias masivas durante el amanecer cósmico”.
Durante las observaciones de Ciencia Inicial, la construcción de ALMA seguirá adelante en los Andes chilenos, en las alturas del llano de Chajnantor, situado en el inhóspito desierto de Atacama. Cada nueva antena, diseñada para resistir las duras condiciones climáticas, se incorporará al conjunto y se conectará a las demás mediante cables de fibra óptica. Los datos obtenidos por estas antenas, distantes entre sí, son combinados por el supercomputador más rápido del mundo, un correlacionador fabricado especialmente para ALMA, capaz de realizar 17 mil billones de operaciones por segundo [3].
En 2013, ALMA será un conjunto de 66 antenas de radio ultra precisas que trabajará al unísono en una extensión de 16 kilómetros, construido por los socios multinacionales de ALMA en Norteamérica, Asia del Este y Europa.
El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), una instalación astronómica internacional, es una alianza entre Europa, Norteamérica y Asia del Este en colaboración con la República de Chile. ALMA es financiado en Europa por el Observatorio Europeo Austral (ESO); en Norteamérica por la Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU. (NSF) en cooperación con el Consejo Nacional de Investigación de Canadá (NRC) y el Consejo Nacional de la Ciencia (NSC) de Taiwán, y en Asia del Este por el Instituto Nacional de Ciencias Naturales de Japón (NINS, en colaboración con la Academia Sinica de Taiwán. La construcción y operaciones de ALMA son dirigidas en nombre de Europa por ESO, en nombre de Norteamérica por el Observatorio Radioastronómico Nacional (NRAO), administrado a su vez por Associated Universities, Inc. (AUI), y en representación de Asia del Este por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ).
Notas
[1] La calidad de las imágenes de un telescopio interferométrico como ALMA depende tanto de las separaciones como del número de las antenas. A mayor separación, más nítidas son las imágenes que se pueden obtener y mientras más antenas estén trabajando juntas, más detallada es la imagen producida. Más información acerca de ALMA y la interferometría está disponible en: http://www.eso.org/public/teles-instr/alma/interferometry.html
[2] Las observaciones fueron realizadas específicamente en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas, ajustadas para detectar moléculas de monóxido de carbono en las nubes de hidrógeno donde se forman las estrellas, las que de otra manera sería invisibles.
[3] 1.7x1016 de operaciones por segundo.
Información adicional
ESO, el Observatorio Europeo Austral, es la principal organización astronómica intergubernamental en Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Es apoyado por 15 países: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza. ESO desarrolla un ambicioso programa enfocado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también cumple un rol principal en promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera tres sitios únicos de observación de clase mundial en Chile: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo y dos telescopios de rastreo. VISTA trabaja en el infrarrojo y es el telescopio de rastreo más grande del mundo y el VST (sigla en inglés del Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio más grande diseñado exclusivamente para rastrear el cielo en luz visible. ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, el proyecto astronómico más grande en desarrollo. ESO está actualmente planificando el European Extremely Large Telescope, E-ELT, el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de la categoría de 40 metros, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo en el cielo”.
FUENTE : ESO
sábado, 21 de junio de 2008
La NASA planea visitar el Sol
Junio 10, 2008: Durante más de 400 años, los astrónomos han estudiado el Sol desde lejos. Pero ahora la NASA ha decidido viajar hasta allí.
"Visitaremos una estrella viva, que respira, por primera vez en la historia", dice la científica Lika Guhathakurta, de las oficinas centrales de la NASA. "Esta es una región inexplorada del sistema solar y hay muchas posibilidades de hacer grandes descubrimientos allí".
El nombre de la misión es Solar Probe+ (que se pronuncia "Solar Probe Plus" o Sonda Solar Plus, en idioma español). Es una nave espacial resistente al calor, que está diseñada para sumergirse a gran profundidad en la atmósfera del Sol, donde puede tomar muestras del viento solar y del magnetismo de manera directa. El lanzamiento de dicha nave podría producirse en el año 2015. Para cuando concluya la misión, 7 años después, quienes ahora la planean creen que Solar Probe+ habrá resuelto dos grandes misterios de la astrofísica y que realizará muchos descubrimientos más durante su viaje.
La sonda se encuentra aún en una etapa temprana de diseño, llamada "pre-fase A", en las oficinas centrales de la NASA, dice Guhathakurta. "Tenemos mucho trabajo que hacer, pero es muy emocionante".
El Laboratorio Johns Hopkins de Física Aplicada (Johns Hopkins' Applied Physics Lab o APL en idioma inglés) estará a cargo del diseño y de la construcción de la nave para la NASA. El APL ya tiene experiencia en enviar sondas hacia el Sol. La nave MESSENGER del APL completó su primer sobrevuelo del planeta Mercurio, en enero de 2008, y muchas de las tecnologías de resistencia al calor usadas para tal proyecto fortificarán a la nave Solar Probe+. (Nota: la misión se llama "Solar Probe (Sonda Solar) plus" porque se basa en un diseño previo del APL, hecho en el año 2005, llamado Solar Probe).
En su máximo acercamiento, la nave Solar Probe+ estará a 7 millones de kilómetros o 9 radios solares de distancia del Sol. Allí, el escudo de protección contra el calor hecho de un compuesto de carbono deberá soportar temperaturas superiores a los 1.400o C y deberá sobrevivir a estallidos de radiación jamás experimentados por ninguna otra sonda espacial. Naturalmente, la sonda funciona con la energía del Sol y obtendrá electricidad de paneles solares fríos que se pueden retraer y ubicar detrás del escudo de protección contra el calor cuando la luz del Sol se torna demasiado intensa. A una distancia tan cercana, el Sol se verá 23 veces más ancho de lo que se ve en el cielo desde la Tierra.
Misterio #1 —La corona: si pudiésemos colocar un termómetro en la superficie del Sol, éste marcaría aproximadamente 6.000o C. La intuición dice que la temperatura debería bajar conforme nos alejamos; en cambio, la temperatura se eleva. La atmósfera externa del Sol, la corona, registra temperaturas de más de un millón de grados centígrados, cientos de veces más caliente que la estrella, que está abajo. Esta elevada temperatura continúa siendo un misterio 60 años después de que se la midió por primera vez.
Misterio #2 —El viento solar: el Sol expele un viento caliente de partículas cargadas, que viaja a millones de kilómetros por hora a través del sistema solar. Los planetas, los cometas, los asteroides... todos lo sienten. Curiosamente, no hay viento solar propiamente organizado cerca de la superficie del Sol, aunque entre planetas exista un auténtico vendaval. En algún punto intermedio, algún agente desconocido imprime una gran velocidad al viento solar. La pregunta es ¿de qué se trata?.
"Para resolver estos misterios, la nave Solar Probe+ entrará a la corona solar", dice Guhathakurta. "Ahí es donde está la acción".
La carga útil de la sonda está compuesta principalmente por instrumentos diseñados para analizar el ambiente alrededor de la nave (por ejemplo, un magnetómetro, un sensor de ondas de plasma, un detector de polvo, analizadores de electrones e iones, etc.). "Las mediciones in situ nos dirán lo que necesitamos saber para revelar los misterios de la física del calentamiento de la corona y de la aceleración del viento solar", afirma Guhathakurta
El único instrumento de detección remota de la nave Solar Probe+ es el Hemispheric Imager (cámara de imagen hemisférica, en idioma español). Abreviado como "HI", este aparato es un telescopio que realizará imágenes tridimensionales de la corona solar, similares a las tomografías computarizadas (CAT, en idioma inglés). La técnica, llamada de hecho tomografía coronal, constituye un enfoque fundamentalmente nuevo respecto de la obtención de imágenes solares y esto solamente es posible porque la fotografía se realiza desde una plataforma móvil cercana al Sol, que viaja a través de nubes y corrientes coronales tomando imágenes de éstas mientras pasa cerca de ellas o las atraviesa.
Con un probable lanzamiento en el año 2015, Solar Probe+ comenzará su misión principal cerca del final del ciclo solar 24 y la terminará cerca del máximo del ciclo solar 25, predicho para 2022. Esto permitiría a la nave llevar a cabo un muestreo de la corona y del viento solar en muchas fases distintas del ciclo solar. También garantiza que Solar Probe+ soportará una buena cantidad de tormentas solares cerca del final de su misión. Aunque es peligroso, se llevará a cabo siguiendo un plan: los investigadores sospechan que muchas de las partículas más peligrosas producidas por las tormentas solares se energizan en la corona —justo donde la nave Solar Probe+ estará ubicada. La sonda podrá observar el proceso en acción y mostrar a los investigadores cómo realizar predicciones de eventos de Partículas Energéticas Solares (Solar Energetic Particles o SEP, en idioma inglés) que puedan amenazar la salud y la seguridad de los astronautas.
Las reiteradas zambullidas en la corona que realizará la nave Solar Probe+ se lograrán mediante sobrevuelos del planeta Venus. La nave se acercará a Venus siete veces en seis años para torcer su trayectoria y así sumergirse cada vez más profundamente en la atmósfera solar. Adicionalmente, aunque Venus no es el blanco principal de la misión, es probable que los astrónomos aprendan nuevas cosas sobre ese planeta cuando la sonda, repleta de instrumentos, realice su acercamiento.
"Solar Probe+ es una extraordinaria misión de exploración, de descubrimiento y de entendimiento profundo", dice Guhathakurta. "Estamos ansiosos por comenzar a trabajar en ella".
Fuente : NASA
viernes, 23 de mayo de 2008
La nave Phoenix se posa sobre la superficie de Marte
La nave Phoenix, de la NASA, se prepara para posarse sobre Marte e iniciar una investigación sin precedentes del reino ártico del Planeta Rojo.
Mayo 13, 2008: La nave Phoenix, de la NASA, está preparándose para el final de su largo viaje a Marte y así comenzar una misión de tres meses en la que probará y "olfateará" puñados de terreno marciano y de hielo sepultado bajo la superficie. Se planea que la nave se pose sobre la superfice del Planeta Rojo el domingo 25 de mayo.
La nave Phoenix entrará en la parte alta de la atmósfera marciana a una velocidad cercana a los 21.000 km/h (13.000 mph). En siete minutos, tendrá que completar una desafiante secuencia de operaciones que le permitirán disminuir su velocidad a alrededor de 8 km/h (5 mph), antes de que sus tres patas toquen el suelo de Marte. A las 7:53 p.m. (hora del Este de Estados Unidos), se podría tener la confirmación de la llegada de la nave a la superficie.
Derecha: Concepción artística de la nave Phoenix, de la NASA, momentos antes de posarse sobre las planicies árticas del planeta Marte. Motores de cohetes de impulso controlan la velocidad de la nave durante los últimos segundos del descenso
"No se trata de una visita a la casa de la abuela. Hacer descender una nave en Marte, de manera segura, es difícil y riesgoso", dijo Ed Weiler, quien es administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA, en las oficinas centrales de la NASA, ubicadas en Washington. "En el ámbito internacional, un poco menos de la mitad de los intentos de posar naves sobre Marte han tenido éxito".
Las grandes rocas, que podrían arruinar la llegada de la nave a la superficie del planeta o impedir que se abran los paneles solares, constituyen el mayor riesgo. No obstante, las imágenes obtenidas por la cámara del Experimento Científico de Imágenes de Alta Resolución (High Resolution Imaging Science Experiment ó HiRISE, por su sigla en idioma inglés), a bordo del Orbitador de Reconocimiento de Marte, de la NASA, muestran de forma detallada las rocas más pequeñas que la nave y esto ha ayudado a disminuir el riesgo.
"Con las imágenes del HiRISE, hemos cubierto casi en su totalidad el área donde se posará la nave", dice Ray Arvidson, de la Universidad de Washington, en St. Louis, presidente del grupo de trabajo del sitio de llegada de Phoenix. "Esta es una de las áreas menos rocosas de todo Marte y confiamos en que las rocas no tendrán un gran impacto perjudicial sobre la llegada de la nave Phoenix, de manera segura".
En 2002, Odyssey, la nave orbitadora de Marte, de la NASA, descubrió grandes cantidades de hielo de agua justo debajo de la superficie en gran parte de las regiones de altas latitudes en Marte. La NASA escogió a la nave Phoenix entre más de 24 propuestas y la convirtió en el primer esfuerzo del programa de Exploración de Marte con misiones seleccionadas de acuerdo con su competitividad.
"La nave Phoenix se posará mucho más hacia el norte de Marte que cualquier otra misión previa", dijo Barry Goldstein, quien es administrador del proyecto Phoenix, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, en idioma inglés), de la NASA, en Pasadena, California.
La nave robótica, que funciona con energía solar, manipulará un brazo mecánico de 2,3 metros de largo para excavar y recoger muestras del terreno y del hielo debajo de la superficie. Los instrumentos de laboratorio a bordo analizarán las muestras. Las cámaras y una estación del clima, de origen canadiense, proporcionarán información adicional sobre el medio ambiente del sitio.
"La misión Phoenix no solamente estudia la capa de hielo subterránea en el Norte, sino que también da el siguiente paso en la exploración de Marte determinando si esta región helada, que abarca el 25 por ciento de la superficie marciana, es habitable", dijo Peter Smith, principal investigador del proyecto Phoenix, en la Universidad de Arizona, en Tucson.
Uno de los objetivos de la investigación es evaluar si las condiciones en este sitio alguna vez han sido favorables para la vida microbiana. La composición y textura del terreno sobre el hielo podrían proporcionar pistas sobre si el hielo alguna vez se derrite en respuesta a ciclos climáticos de larga duración. Otra pregunta importante es si las muestras recogidas contienen compuestos químicos, cuya base es el carbón, que podrían ser los elementos básicos para la vida y para el alimento de los mismos seres vivientes
Fuente : NASA
viernes, 14 de marzo de 2008
Astronautas del Endeavour iniciaron paseo espacial
El especialista de misión, Rick Lennehan y el ingeniero de vuelo, Garrett Reisman pasaron siete horas ensamblando brazos hidráulicos del robot canadiense, llamado Dextre, que posteriormente ayudará a instalar el laboratorio japonés.
Con la instalación del laboratorio Kibo de la Agencia Espacial Japonesa para investigaciones de microgravedad, Japón se convierte en miembro de pleno derecho de la ISS junto a Estados Unidos, Rusia y Europa, cuyo laboratorio Colombus fue entregado en febrero por el transbordador estadounidense Atlantis.
Durante el paseo, que se espera dure seis horas y media, los astronautas también deberán empezar a montar una pieza del sistema robotizado canadiense, un nuevo componente para el brazo robótico llamado Dextre.
Linnehan y Reisman pasaron la noche previa a la caminata espacial en una cámara de descompresión para purgar el nitrógeno de sus cuerpos, explicó la NASA.
Fuente : noticias.123.cl
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